Si estás pensando en realizarte un piercing en el septum, debes tener claro que la nariz es una zona que, por lo general, está en contacto con diversos microbios y otro tipo de suciedad. Si has seguido todos los pasos recomendados para llevar a cabo una buena cicatrización y, aún así, se te ha infectado la perforación, nosotros te enseñamos a curarla paso a paso. De todas formas, no olvides acudir a un profesional para que te trate de manera específica.
Instrucciones
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Lávate la perforación tres veces al día con jabón antiséptico, neutro y sin alcohol, sobre todo después de realizar actividades que te hayan hecho sudar.
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Después de limpiarlo, coloca suero fisiológico en un bastoncillo de oídos y desliza lentamente el piercing en ambos costados mientras lo frotas suavemente con él.
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Mueve el piercing de un lado para otro varias veces al día; esto evitará que se cree una costra durante la cicatrización. Recuerda que, siempre que quieras tocártelo, deberás tener las manos limpias y que nunca deberás hacerlo en seco.
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Evita en todo momento los golpes en la zona, así como los enganches del septum al retirarte la ropa.
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No retires el piercing, a pesar de que esté infectado; con esto sólo conseguirás dañar la cicatrización de la piel de una manera grave. Ten paciencia y cúralo como te hemos mostrado.